Tras ser informado del asesinato de Danilo Zamesca, un conocido político que ha impulsado una cruzada contra la droga, Keppler convence a Catherine para que le ayude con su plan para detener al responsable del crimen. La única condición que el supervisor pone a Willows es que no informe a los otros miembros del C.S.I. sobre el desarrollo de la investigación.
Ambos forenses descubren que la búsqueda de Thomas Simon, el principal sospechoso del asesinato del Zamesca y el mayor narcotraficante de la costa Este, constituye una labor sumamente compleja.
A pesar de aceptar trabajar junto a Keppler en secreto, Catherine se cuestiona la conveniencia de ocultar los pormenores de la investigación a sus compañeros de trabajo. El equipo de forenses se extraña al descubrir que Willows no comparte con ellos la información del caso.