Desde que salió por primera vez en ‘La que se avecina’, me quedé completamente impactada con esta escena. No sé si fue por la letra, la musicalidad del tema, los bailarines (los Maroto), el atrezzo del escenario… o por la gran interpretación de la vedette. Pero lo cierto es que el Fresquibiris me ha acompañado desde ese momento y creo que también a muchos seguidores de la serie.

Esto lo digo porque si ‘googleas’ un poco encontrarás muchos resultados de búsquedas que se han realizado para averiguar qué es eso del Fresquibiris. Me imagino que lo primero que todo el mundo habrá pensado es que este temazo de Estela Reynolds es inventado (algo que también yo me he imaginado), y efectivamente lo han pensado muchos seguidores de la ficción tras ver sus opiniones en foros y algunos medios digitales. Pero esto no es así.

Nuestro querido personaje montepinariano lo interpretó en el capítulo 35, ‘Un gigoló, una caja fuerte y un hechicero del amor’ para deleitarnos a unos y detestar a otros (porque tiene telita la coreografía y el “chupicante” de la madre de Lola), pero resulta que la Reynolds no fue la primera en cantarlo y bailarlo. Este hit tiene historia y muy larga.

Un poco de trabajo de documentación para el 'Fresquibiris'

Para los que les gusta documentarse y saber de dónde vienen las cosas, os he ahorrado tiempo y esfuerzo para contaros la intrahistoria del Fresquibiris. Por cierto este no es su nombre original, sino ‘Fresquibilis-sur-mer’.

(Foto: Secuencia película 'Charleston')

Allá por el año 1927 este título fue un tema de la revista musical ‘Love me’ que se estrenó en el Teatro Cómico de Barcelona con música de Enrique Catalá y letra de Manuel Sugrañes. Después también apareció en el año 1959 en una escena de la película ‘Charleston’ dirigida por Tulio Demicheli, donde cuatro bañistas interpretaban ‘La mar está Fresquibiris’ con una coreografía muy singular. Pero llegó el año 1970 y Laura Valenzuela lo bordó en una de las escenas de la película ‘Pierna creciente, falda menguante’ de Javier Aguirre.

(Foto: Laura Valenzuela lo cantó y lo bailó en ‘Pierna creciente, falda menguante’)

Pienso que los guionistas han querido hacer un guiño a este filme patrio y eligieron a la diva de Montepinar para que fuera la encargada de subirse al escenario y hacer su “chow” particular con un cuerpo de baile inigualable. Bueno, Pelocho y el Hombre Cojín son una mezcla entre los bañistas de Tulio Demicheli y las hawaianas de Laura Valenzuela, es decir, los looks a rayas de ellos y los movimientos de ellas. Y entre fresquibiris, gustibiris, truquibiris, olibilis, cosquibiris… aparecía la Reynolds como una estrella.

Si antes os he contado que no es la primera vez del Fresquibiris en el mundo de la interpretación, en Montepinar tampoco. La historia se repite aquí también. Nuestra vedette ya no estaba, pero por esas casualidades de la vida o del destino, Fermín Trujillo se reencontró con su suegra en un plató de televisión (una idea de Vicente). Qué mejor manera de hacerlo que cantándole este temazo histórico. ¡Y encima la yaya Reynolds también quiso quedarse unos diítas en casa de los Maroto Trujillo!

Como no hay dos sin tres y menos en ‘La que se avecina’, en la décima temporada Lola vuelve a cantar ‘La mar estás Fresquibiris’. Esta vez en el local del Rancio, junto a Kika Lorace, y vestida de bogavante con brilli brilli. Todo un espectáculo.

En resumen, si el Fresquibiris es histórico, aquí en 'La que se avecina' tres generaciones de la misma familia lo han dado todo con este cuplé. Y sin abrir ningún cajón de mierda, simplemente subiéndose a un escenario como auténticas divas.