Antes de convertirse en empresario, cumplir el sueño de su hermana Aída y montar su propia empresa de limpieza Aidalaia junto a Macu, Luisma tocó muchos otros palos.
No dudó en convertirse en estatua humana y homenajear su etapa enganchado al caballo convirtiéndose en todo un cowboy.
Le daba igual que los trabajos fueran más o menos legales, si podía conseguir unos eurillos allí que se metía y montó una ONG ilegal junto a su amigo Baraja.
No era su intención, pero si por escuchar la chapa de cualquiera te daban 60€, el Luisma era psicólogo.
Ser mago podía ser una buena oportunidad de dar el salto a la fama.
Por no hablar de sus miras de empresario. No es lo mismo vender perritos calientes en la calle, que hacerlo desde una empresa seria con logo y uniforme de empresa incluidos… ¡Llegó Salchichaman’!
La imagen es muy importante y si para conseguir dinerito se tenía que convertir en un dibujo animado, no se lo pensaba dos veces.
No le pagaron por ello, pero un uniforme es un uniforme y por un rato se convirtió en el brazo tonto de la ley.
Sin embargo, estaba claro que el mundo de la limpieza era el trabajo más apropiado para él.
Contradiciendo todo eso de que “El Luisma es tonto”, se sacó su oposición y terminó siendo barrendero de Esperanza Sur o por lo menos con el uniforme puesto.
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