10 cosas que pasan en la piscina de tu comunidad y que te hacen sentirte vecino de Montepinar

fdf.es 13/07/2018 18:29

1. Da igual que esté prohibido jugar a la pelota en la piscina, siempre hay un niño que te acaba tocando la moral mientras que su madre está tomando el sol. Por no hablar de las dichosas pistolitas de agua.

2. No hay verano que al vecino del quinto lo de inflar unos manguitos le suponga una… ¡MISIÓN IMPOSIBLE!

3. El clásico descuido: “¡Hija, el testículo!” En la piscina se está tan a gustito que a quien más y a quien menos alguna vez se nos ha escapado algo que no hubiéramos querido que se viera.

4. Está prohibido comer en la piscina. Da igual que todo el mundo esté a dos minutos de su comedor, siempre hay alguien que entiende por sinónimos el césped de la urbanización y el merendero de la piscina de su pueblo y saca unas cervecitas y un bocata de chorizo.

5. La fiesta de inauguración. Todos los años prometes que ese día no bajas a la piscina, pero al final terminas tirándote por el tobogán hinchable, saludando al presidente y hablando con el vecino que no puedes ni ver.

6. ¿Será verdad que este año han puesto un detector de pis en el agua? Llevamos años escuchando que el agua de las piscinas contiene un detector para evitar que la gente haga pis en el agua pero… ¿Tendré suerte este año y veré cómo aparece la citada mancha roja alrededor de la señora del primero? “Esa se mea en el agua, seguro”.

7. El vecino blanco nuclear. Esa persona que no se pierde un día de piscina, pero que siempre te mira desde lo lejos, sentado a la sombra de los pinos. Ese vecino que se convierte en toda una atracción a observar cada vez que decide meterse en el agua y sale más blanco todavía que cuando decidió sumergirse.

8. No se pueden utilizar flotadores. Da igual que sepan que está prohibido meter colchonetas y flotadores en el agua, nadie se resiste a hinchar a pulmón su colchoneta con forma de flamenco o trozo de pizza y convertir el acceso al agua en toda una carrera de obstáculos.

9. 4 o 6 personas por piso. No tienes una piscina privada y puedes invitar a tus padres, tus suegros, los primos de tu mujer, la tía Encarna, los colegas de la universidad, a Enrique el del trabajo y la pandi de madres de la guardería al mismo tiempo. No es tu piscina, es la piscina de la comunidad de vecinos.

10. El típico vecino mirón. Sí, es muy probable que en tu comunidad esté ese hombre que se tumba sobre su toalla de los años ochenta y disimula haciendo que lee el periódico deportivo mientras que no te quita ojo, pero ahora reflexiona… Tú sabes perfectamente qué bikini lleva la mujer del segundo, cómo se llama la novia de tu vecina de enfrente y cuántas veces ha invitado el secretario a sus amigos a la piscina. Todos somos un poquitín mirones, no solo es un cotilla el vecino del bajo.