Javi y Lola llegaron a Montepinar recién casados y muy, muy enamorados. Eran la pareja perfecta, esquivaban las redecillas vecinales y estaban tan enamorados que se atrevían a vivir encima de sus suegros. Incluso, podían dar la sensación de que vivir encima de tu suegra era posible, pero cuando en lugar de una suegra hay que convivir con dos, la cosa se complica y mucho.
Estela Reynolds llegó a sus vidas y lo hizo para quedarse
La vena de artista de Lola no venía de la nada y a Javi se le echó el mundo encima cuando descubrió que nada más y nada menos que la gran Estela Reynolds era su suegra, que Fernando Esteso le chupó un pezón y que ya no iban a ser dos en el nidito de amor, iban a ser tres.
Y de suegro un espetero playero
Lola podía imaginar que su padre podría ser cualquier tipo de hombre, pero en sus ideales de padre jamás había entrado Fermín, un espetero con más 2.000 conquistas en su affaire y que se presentaba con unos regalitos de bienvenida para ella pensado que era “una monger”: un puzzle de los pitufos, un cuaderno para colorear y un piano digital.
Lola quería ser actriz y si para ello tenía que irse al otro lado del mundo, ser secuestrada por una guerrilla y abandonar a su gran amor, no había nada más que hablar. Lo que ella no podía imaginar es que durante su ausencia, las vecinas se iban a rifar a su marido y que se iba a encontrar esto al regresar.
¡Con las manos en la masa!
Lola regresó un poquito antes de su aventura americana y se encontró a su maridito en manos de Raquel, un bache que no les sería nada fácil de superar.
Comienza la reconquista…
El león hace todo lo posible para que su chica le dé una segunda oportunidad, música lenta y un poema no hacen el efecto deseado.
Tras muchas horas de terapia y mucho pico y pala
¡Volvió a triunfar el amor!
Lola dejó que Javi volviera a su vida aunque solo fuera para acabar en la cama y detrás del sofá. Y tras los momentos de pasión, llegó la gran noticia: ¡Lola está embarazada!
Tras adaptarse como pueden a su nueva faceta de papás, Javi y Lola intentaron retomar su vida de pareja aunque no siempre las cosas les salieron como ellos esperaban…
Tuvieron noches terroríficas
Y noches para olvidar… ¡Gatillazo!
Ellos son felices a su manera, tan felices que Lola quiso repetir la experiencia de ser madre. Sin embargo, Javi no estaba por la labor y les pidió consejo a los hermanos Rivas.
Pero ya se sabe que no hay nada que a una mujer se le ponga por delante y Lola decidió convertirse en la mujer perfecta para que su león cambiara de opinión.
Lo que Lola no esperaba es que su vida de ama de casa perfecta se volviera a torcer por el apasionado reencuentro sentimental de sus padres.
Y porque si eran pocos… ¡Llegó la Yaya!
La abuela de Lola estaba en una residencia de ancianos pero ya no soportaba estar más con los viejos. Y gracias al programa de televisión, Doña Estrella se reencontró con su familia. A Javi no le ha hecho nada de gracia la llegada de la yaya a su casa, además se ha tenido que quedar con ella mientras le contaba sus batallitas cuando era joven y artista.